-El día anterior podrán llevarse el libro a casa para repasar un poco. Al menos en los primeros, entregaremos unas fichas de repaso para que practiquen.
-Es importante que los niños se tomen los controles como una tarea más, que se esfuercen por hacerlo lo mejor que puedan, pero sin sentirse presionados, para que así lo hagan tranquilos.
-Serán parecidos a las tareas que hacemos en clase y a los deberes de los cuadernillos; por tanto, quien vaya trabajando bien día a día y repase un poco seguro que le salen muy bien.
-Es conveniente que repaséis los fallos con los niños, para que los aprendan y no los repitan.
-Muchos errores se deben a las prisas o a despistes, por lo que hay que incidir en la atención y la concentración, tanto desde clase como desde casa.
-No conviene comparar notas entre compañeros ni tampoco entre hermanos, ya que cada niño es distinto, con diferentes ritmos de aprendizaje y le puede costar más unas cosas que otras. Aparte de la nota, hay que valorar también el esfuerzo que realiza cada alumno.
-Recordad que los controles han de entregarse al día siguiente en que se repartan, firmados por el padre o la madre, para tener constancia de que os los han enseñado.
-Por último, hay que tener en cuenta que los controles son una referencia más para las notas; pero no la única, ya que también se tiene en cuenta el esfuerzo diario, la actitud, el comportamiento, las tareas que hacen, etc.
